martes, 2 de agosto de 2016

El color blanco en el Boxer - por Natacha Moscoso

Cuando se menciona la palabra Bóxer, cualquier persona mínimamente familiarizada con las diversas razas caninas, visualiza inmediatamente la imagen de nuestra raza. Probablemente este perro imaginario estará, en muchos casos, más o menos marcado en blanco.
El color blanco ha estado unido a la raza Bóxer desde el principio de su historia. De hecho, incluso antes, ya que tradicionalmente los perros de tipo "Bull" que contribuyeron a la formación de la raza, tales como el Bulldog inglés, el Bullenbeisser, y otros perros de raza indefinida pero del mismo tipo (cruces de Bulldog, etc.) eran muy frecuentemente blancos, píos o marcados en blanco. En las fotografías antiguas que se conservan de los ejemplares fundadores de la raza, se observa cómo el color blanco era habitual e incluso predominante. Precisamente Meta v.d. Passage, considerada la "madre" de la raza, era una perra blanca con un par de parches de color.

Parece ser que el blanco como color de base no gozó nunca del especial favor de los aficionados. Por otra parte, los pioneros de la raza tuvieron interés en que ésta fuera reconocida oficialmente como perro de utilidad, apto para labores de policía y como perro de guerra (el Bóxer ya fue utilizado para estas labores en la I Guerra Mundial). El manto blanco excluía a cualquier perro de ser integrado en tales servicios, ya que hacía al animal muy visible y lo convertía en un "blanco" (valga la redundancia) fácil para el enemigo.



Hace ya bastante más de medio siglo que el Club alemán decidió no aceptar el blanco como color de base en el Bóxer. Se decidió que la superficie máxima de color blanco exhibida por el Bóxer no debía exceder de 1/3 de la superficie total del cuerpo. Desde entonces, todo aquel Bóxer marcado en blanco en proporción superior a 1/3 no se puede utilizar para la cría ni puede participar en eventos de belleza. En muchos países, España incluida, ni siquiera se puede registrar en los Libros de Orígenes (no tendrá pedigrí), y por lo tanto no podrá tampoco participar en pruebas de trabajo.

El Estándar no ha sufrido ninguna modificación a este respecto desde entonces, y no es previsible que la vaya a sufrir, al menos no a corto o medio plazo.

En la raza Bóxer, las marcas blancas son producidas por el gene semi-recesivo sw. Los Bóxer dorados o atigrados con marcas blancas llevan una sola copia de sw. Los Bóxer blancos llevan 2 copias de sw. (Nota: los Bóxer blancos no son albinos. El albinismo está determinado por un gene distinto y los ejemplares albinos, a diferencia de los Bóxer blancos, carecen totalmente de pigmentación).

Desgraciadamente, el color blanco producido por las 2 copias de sw va asociado con problemas de sordera en un porcentaje nada desdeñable de casos. Este tipo de sordera se desarrolla en el cachorrito en sus primeras semanas de vida, comenzando cuando el canal auditivo está todavía cerrado. El proceso es complejo, pero se puede resumir diciendo que se produce a causa de la ausencia de células productoras de pigmento (melanocitos) en los tejidos internos del oído.

El Bóxer de color dorado o atigrado no presenta ningún problema de sordera.

Este tipo de sordera no es exclusiva del Bóxer blanco, ya que se produce también en otras razas que son blancas por la misma razón genética (esto es, el llevar 2 copias de sw), por ejemplo el Dálmata, Bull Terrier blanco y otras.

Aunque no se ha hecho ningún estudio específico en la raza Bóxer, sí se han hecho en el Dálmata, y las cifras observadas son de aproximadamente un 10% de ejemplares afectados de sordera bilateral (total) y otro 15% afectados de sordera unilateral. En total, algo así como un 25% de ejemplares con problemas de sordera. Como podemos ver, éstas son cifras alarmantes.

Otro problema de los Bóxer blancos, aunque éste ciertamente menos importante que el anterior, es la menor tolerancia a los rayos solares. Como carecen de pigmentación en la mayor parte de su cuerpo (excepto ojos, trufa y algunas motas o parches limitados), aquellas zonas en las que el pelo es escaso o inexistente, como en el caño nasal, labios, párpados, etc. se queman con facilidad.

Las restricciones de color son muy comunes en los Estándar caninos, de hecho, hay muy pocas razas en las que cualquier color esté aceptado. No sabemos hasta qué punto los criadores de los comienzos de la raza eran conscientes de los problemas asociados al manto blanco (aparte de no ser un color "favorito" y de constituir una desventaja como perro de guarda), pero lo cierto es que hoy en día, la exclusión del color blanco no se puede considerar sólo un capricho estético sino que tiene un pretexto razonable en los problemas anteriormente comentados.

Con la exclusión a mediados de los años 20 de los Bóxer blancos de los libros de orígenes y de la crianza, seguramente se esperó que los ejemplares de este color serían cada vez menos frecuentes y acabarían por desaparecer totalmente de la raza. Evidentemente, esto no ha sucedido. Todos sabemos que los cachorros blancos han seguido siendo muy comunes. 
 

En Alemania, el porcentaje general de cachorros blancos ronda actualmente el 10%, en U.K., EEUU y Canadá el 20%. Estas son cifras elevadísimas. Supongamos que en España nos encontramos en un punto intermedio, sobre el 15%, Como en 1998 se inscribieron en el L.O.E. 4.708 Bóxer, el número de cachorros blancos nacidos sería de unos 700. 700 cachorros blancos = 700 cachorros "desperdiciados". Una gran pérdida desde todos los puntos de vista. Estos cachorros han causado el mismo desgaste y el mismo esfuerzo de parto a las perras que los cachorros de color, así como desilusión y disgusto a los criadores. Un gran número de ellos habrán sido sacrificados nada más nacer, opción por cierto poco agradable para cualquier amante de los animales. Otros habrán sido criados con el mismo esfuerzo de tiempo y económico que los otros cachorros, para luego ser vendidos a muy bajo precio o incluso regalados. Y no olvidemos que entre ellos habrá algunos que además sean sordos.

¿Por qué tras tantos años después de excluir a los Bóxer blancos de la crianza estos siguen apareciendo? Sencillamente porque se eliminó a los blancos pero no se eliminó a los portadores del gene responsable (sw). Es como intentar eliminar un síntoma pero sin eliminar la causa que lo origina.

Los pioneros de la raza seguramente no conocían la forma de transmisión del blanco, y por ello no pudieron eliminarlo. Esto no es una crítica sino sólo una observación, la genética es una ciencia que avanza constantemente y hay que reconocer que, en general, no es una asignatura de las más accesibles para el aficionado medio. Hoy en día la transmisión del blanco en el Bóxer sí se conoce y, afortunadamente, sigue el modelo de herencia Mendeliana simple, por lo que como vamos a ver a continuación es sencilla de comprender y aplicar (que nadie "abandone" ahora):
 
- El alelo para color (bien dorado o atigrado) es S (dominante)
- El alelo para las marcas blancas es sw (semi-recesivo)

De modo que desde el punto de vista genético nuestros Bóxers pueden ser:

- Sólidos (sin marcas blancas o con marcas mínimas): SS
- Marcados en blanco: Ssw
- Blancos: swsw


Por lo tanto, los diversos cruces permitidos y sus resultados son:

A) sólido x sólido = 100% sólidos
SS x SS = SS, SS, SS, SS


 B) sólido x marcado en blanco = 50% sólidos, 50% marcados
SS x Ssw = SS, Ssw, SS, Ssw

 

C) marcado x marcado = 25% sólidos, 50% marcados, 25% blancos
Ssw x Ssw = SS, Ssw, Ssw, swsw


De modo que los cruces de tipo A y B nunca producen cachorros blancos.
Obsérvese además que el cruce de tipo B produce la misma proporción de cachorros marcados que el cruce de tipo C, con la importante ventaja sobre este último de que no produce ningún blanco, ya que estos son sustituidos por sólidos.

Como vemos, los Bóxer sólidos (genotipo SS) jamás producen cachorros blancos, independientemente de con quién sean cruzados.


Evidentemente la cuestión clave aquí es poder identificar con certeza cuáles son los auténticos Bóxer sólidos (SS). Pues bien, esto es bastante sencillo en la mayoría de los casos: Los auténticos Bóxer sólidos no tienen blanco por encima de las hendiduras que separan los dedos, únicamente una pequeña mancha blanca en el pecho y rara vez una mínima marca blanca en la cara (una sombra de blanco sobre el caño nasal o entre los ojos).

Las marcas blancas por encima de las hendiduras que separan los dedos (que casi invariablemente van acompañadas de marcas blancas en la cara) "traicionan" al Bóxer marcado en blanco (Ssw) y por lo tanto portador del alelo sw. Así pues la clave está en observar las patas de los Bóxer, y fijarse hasta dónde llegan las marcas blancas: si están constreñidas a los dedos, el ejemplar es sólido y no producirá cachorros blancos.

Esta sencilla norma funciona en al menos el 95% de las ocasiones, aquellos casos en los que no es fácil establecer con seguridad a qué categoría pertenece un ejemplar son franca minoría y por tanto esta norma es válida para nuestros propósitos prácticos.


Hay desde luego otros genes que intervienen en el patrón total de color de nuestros Bóxer, como son aquellos que controlan la máscara negra, el color básico dorado o atigrado, el tamaño de las marcas blancas, etc. pero ninguno de ellos afecta el asunto que estamos discutiendo en este artículo.
 

Salvo algunos casos aislados, la mayoría de los criadores de Bóxer estamos "en el negocio" por afición y no por intentar obtener una rentabilidad económica, todos sabemos muy bien que a lo máximo que podemos aspirar normalmente es a "quedar en paz", y lo cierto es que muy frecuentemente invertimos en nuestra afición mucho más de lo que obtenemos (económicamente hablando). Conocer de qué cruces pueden aparecer o no cachorros blancos es una ayuda en este aspecto.

Pero aparte de las serias desventajas ya comentadas de los cachorros blancos (no inscribibles en LOE, problemas de sordera, pérdida económica), la más importante sin ninguna duda es el desperdicio genético que estos cachorros suponen. Dado que el porcentaje de blancos asciende a un 10-20% según los países (y en los cruces individuales de tipo C sube a un 25%), hay que darse cuenta de que se están "tirando a la basura" un número elevadísimo de cachorros con sus correspondientes genes, que de no haber sido blancos podrían haber contribuido significativamente al "pool" genético de la raza, que por cierto lo último que necesita es un mayor estrechamiento.

Así pues, es razonable animar a todos los criadores y aspirantes a criadores a valorar mucho más esas hembras sólidas (sin blanco), que son una auténtica joya para la crianza, ya que permiten elegir cualquier macho sin restricciones de color y sin riesgo de producir cachorros blancos. Todos aquellos que tienen hembras marcadas en blanco, ya saben qué tipo de macho han de elegir si no quieren encontrarse con un promedio del 25% de blancos en sus camadas: un sólido.
Todo esto lógicamente en la medida de lo posible, ya que sabemos que hay otros muchos aspectos a considerar en el momento de elegir un semental para nuestras hembras: tipo, carácter, genealogía, etc.

En Gran Bretaña, donde el Bóxer es una raza muy popular y hay más de 15 Clubes de Bóxer, el asunto de los blancos ha sido abordado en los últimos tiempos de forma seria por el Consejo de la Raza Bóxer. Este movimiento ha sido propiciado, entre otras razones, por las crecientes restricciones del Consejo de Europa con respecto a la crianza de perros. Es más que probable que este organismo tome cartas en el asunto tan pronto como tenga conocimiento de que en la raza Bóxer un número importante de cachorros (blancos) son sacrificados nada más nacer. La forma en que lo haga y sus consecuencias pueden ser imprevisibles. Esto es en Gran Bretaña motivo de preocupación entre los aficionados, ya que allí el porcentaje de cachorros blancos nacidos ronda el 20%. El motivo de tan elevada cifra es que en este país es prácticamente inaudito presentar Bóxers sólidos en las exposiciones, lo cual propicia que la gran mayoría de cruces pertenezcan al tipo C, esto es, marcado x marcado.

Por otra parte, en Gran Bretaña ciertos grupos de protección animal ejercen una gran presión, incluso sobre colectivos fuertes como el de los veterinarios. Como ejemplo significativo de esto se puede citar que hay ya muchos veterinarios que se niegan a cortar rabos. Así pues, este temor ante una posible intervención del Consejo de Europa en la raza Bóxer está más que justificado.

El Consejo de la Raza Bóxer en Gran Bretaña ha estudiado varias posibles opciones para resolver el dilema de los blancos, junto con sus respectivas desventajas. Creo que a cualquier aficionado le resultará interesante conocerlas (independientemente del país), por lo que paso a comentarlas ahora. Las opciones originales eran 5, pero algunas de ellas prácticamente idénticas, por lo que las he agrupado en 3 para que no resulten repetitivas:

- Opción 1: aceptar a los Bóxer blancos como totalmente válidos a efectos de cría y exposiciones. 
A favor: evitaría el sacrificarlos, más ejemplares entre los que elegir futuros reproductores/as, más oportunidades de selección sin que esto acarree un estrechamiento de la base de cría y económicamente beneficioso para el criador. En contra: habría que modificar el Estándar, iría en contra de lo establecido en otros países (salvo que se les sumasen en esta medida) y habría un incremento general de ejemplares sordos en la raza (de manifiesto sólo en los blancos).

- Opción 2: evitar el nacimiento de cachorros blancos por medio de la exclusión de cruces entre marcado x marcado (cruce de tipo C). Los cruces permitidos serían sólido x sólido (cruce de tipo A) y sólido x marcado (cruce de tipo B).  
A favor: se evitaría efectivamente la producción de blancos y por lo tanto también la de ejemplares sordos mientras que se mantendrían todas las ventajas de la Opción 1. 
En contra: en Gran Bretaña prácticamente se "exige" que los perros de exposición sean marcados en blanco, con lo que no sería posible cruzar dos ejemplares de exposición entre sí.

- Opción 3: promover la participación en exposiciones y la utilización como reproductores de Bóxer sólidos, incluso modificando la redacción del Estándar de forma que favorezca a los Bóxer sólidos. 
A favor: aumentaría la participación de Bóxer sólidos en exposiciones, lo cual llevaría a un aumento de su utilización en la cría con la consiguiente disminución del número total de cachorros blancos, y todos los beneficios de esto ya mencionados en las opciones 1 y 2. 
En contra: la oposición de un sector tradicional (en Gran Bretaña) a ceder terreno en el ring a los Bóxer sólidos en detrimento de sus preferidos ejemplares marcados en blanco.


El Consejo de la Raza ha escogido, en mi opinión muy juiciosamente, la Opción 3 como la más adecuada y viable. Ahora está en manos de los diversos Clubes el implementarla.

La situación en España es menos grave que la de Gran Bretaña, sin embargo también aquí, al igual que en otros países de la Europa continental, puede observarse un predominio de ejemplares marcados en blanco en las exposiciones. ¿Por qué? La respuesta más obvia a esta pregunta es que, desgraciadamente, algunos jueces se dejan llevar por una preferencia personal respecto a las marcas blancas o no ven mucho más allá de un color vistoso, sin prestar la suficiente atención a la verdadera calidad del perro, que desde luego no tiene NADA que ver con la presencia o no de marcas blancas.

Propongo el siguiente ejercicio a todos los aficionados, criadores y jueces: cada vez que estén observando o evaluando un ejemplar marcado en blanco, intenten imaginarlo SIN las marcas blancas. Y viceversa, si es un ejemplar sólido, intenten imaginarlo CON marcas blancas. Es un ejercicio sencillo y algunas personas quedan muy sorprendidas al comprobar cómo la presencia o ausencia de marcas blancas afecta negativamente la objetividad de su valoración.

Sería bueno que todos, jueces, criadores y expositores, leyéramos atentamente el Estándar y nos fijásemos en lo que dice en el apartado relativo a color y marcas blancas (Estándar FCI nº 144).


(Nota: Las ideas y conclusiones expuestas en este artículo son el resultado de la experiencia directa en la crianza del Bóxer, la observación de los resultados de cría de otros criadores, análisis de los Zuchtbuch del Bóxer Klub alemán y la lectura de diversos artículos y libros sobre genética, así como algunos escritos del genetista británico -juez y criador de Bóxer- Dr. Bruce Cattanach.)

Por Natacha Moscoso


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